martes

Animales sin cuarentena

 

Como si se tratara de una historia de ficción, el SARS-CoV-2 obligó a la humanidad a detenerse. De un día para otro, las rutinas cambiaron y las ciudades quedaron vacías. El mundo estaba suspendido. En esa pausa, quizá muchos descubrieron lo extraño que resultaba estar quietos, convivir con el silencio, depender de un espacio limitado; una experiencia común y al mismo tiempo íntima: todos enfrentándonos al aquí y al ahora buscando aquello que por tanto tiempo habíamos ignorado. Bastaron unas semanas de quietud para que aparecieran afuera señales de equilibrio inversamente proporcionales a las nuestras: El planeta respiró. Mientras el gran animal racional permanecía cautivo, otros reclamaron lo que por derecho y desde mucho antes, era suyo. Un pequeño ajuste de cuentas, un paréntesis para ubicar al sujeto en sus reales dimensiones.

De libros, bestias y pandemias

 A lo largo de la historia, las pandemias han sido mucho más que episodios de enfermedad: han marcado la organización social, han puesto a prueba la resistencia de los pueblos y, en muchos casos, han transformado la cultura. La peste negra en la Edad Media obligó a crear medidas inéditas como el aislamiento de ciudades y el control de barcos en los puertos; el cólera, en los siglos XIX y XX, instauró cordones sanitarios en Europa y América; la gripe española de 1918 llevó al cierre de escuelas, teatros e iglesias; y el reciente COVID-19 nos mostró que una cuarentena puede alcanzar, por primera vez, a toda la humanidad de manera simultánea. Cada epidemia ha dejado tras de sí una huella en la memoria colectiva y también en la literatura, donde el encierro y el aislamiento han encontrado formas de narrarse.

En este sentido, las cuarentenas en la literatura no son solo decorado histórico: son espejos que nos devuelven la pregunta de qué hacemos con el tiempo, con el miedo y con los otros cuando el mundo se detiene.

Ya en el siglo XIV, Giovanni Boccaccio en El Decamerón convirtió la cuarentena en un espacio de relatos: un grupo de jóvenes se refugia en una villa para escapar de la peste de Florencia, y el encierro se vuelve el marco de cien historias. Más tarde, Daniel Defoe con su Diario del año de la peste narró con crudeza el miedo que paralizó a Londres en 1665, cuando las casas se sellaban y las calles quedaban desiertas. Incluso la imaginación futurista se adelantó: Mary Shelley en El último hombre imaginó una plaga que terminaba con la humanidad entera, abriendo el camino de la ciencia ficción al terreno de las epidemias.

En el siglo XX, la literatura volvió a estas imágenes con un tono filosófico y existencial. Albert Camus en La peste retrató la ciudad de Orán sitiada por la enfermedad, donde lo esencial no era la muerte sino la dignidad y la solidaridad ante lo inevitable. Décadas después, José Saramago en Ensayo sobre la ceguera mostró un encierro radical, donde la epidemia de ceguera expone lo más frágil y lo más oscuro del ser humano. Y en medio de estas visiones más extremas, Gabriel García Márquez en El amor en los tiempos del cólera evocó cómo las medidas sanitarias del siglo XIX se entrelazaban con la vida íntima y sentimental.

Por su lado, Ling Ma en Severance trasladó el tema al mundo contemporáneo, con una pandemia que obliga al confinamiento y que revela el vacío y la rutina del trabajo moderno. 


1.    Giovanni Boccaccio – Decamerón (1353)
Jóvenes que se refugian en una villa en las afueras de Florencia durante la peste negra. Relatos dentro del encierro: la cuarentena como espacio de narración.
2.    Daniel Defoe – Diario del año de la peste (1722)
Crónica semi-ficcional sobre la peste bubónica en Londres (1665). Muestra el miedo, las cuarentenas domiciliarias y el colapso social.
3.    Mary Shelley – El último hombre (1826)
Novela futurista en la que una plaga acaba con la humanidad. Primer antecedente de ciencia ficción con confinamiento global.
4.    Albert Camus – La peste (1947)
Ambientada en Orán, Argelia. Retrata el aislamiento colectivo y la reacción ética y existencial ante la cuarentena.
5.    José Saramago – Ensayo sobre la ceguera (1995)
Una epidemia de ceguera repentina obliga a aislar a los afectados. El confinamiento revela la fragilidad y la violencia humanas.
6.    Gabriel García Márquez – El amor en los tiempos del cólera (1985)
Aunque no es estrictamente sobre una cuarentena, el telón de fondo es el cólera y sus medidas de aislamiento sanitario.
7.    Ling Ma – Severance (2018)
Novela distópica sobre una pandemia que obliga al encierro y transforma la vida laboral y personal.


Ella vive en pandemia - Caricatura de Matador



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Más links

https://www.bbc.com/mundo/noticias-52216020
 https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/ante-aislamiento-social-venados-monos-ovejas-jabalies-nid2345771